Seamos Personales un momento

Nací en el Panhadle de Texas, crecí en Roswell, Nuevo México, EE. UU., como la séptima hija de mis padres Adolfo y Socorro Reyes Durán. El tío de mi padre me puso el nombre de Marissa, como una muñeca americana llamada Marissa. Experimenté una crianza protegida donde mis necesidades fueron satisfechas sin cuestionamientos. A la edad de 19 años tuve un duro despertar. Sufrí mucha manipulación, abuso físico, mental y espiritual, sin mencionar mucha pobreza; por parte de mi entonces novio, lo que me alejó de mis padres de Nuevo México a Corpus Christi, Texas. Esa terrible experiencia duró 3 años, hasta que me reuní con mis padres, mi refugio seguro. Asistí a la universidad y tuve una carrera larga y exitosa.

Siempre sentí que faltaba algo. Un día estaba sentada en mi oficina del centro de Dallas, Texas, en Elm Street, en el Renaissance Building, hojeando una revista y pensé: ¿no sería bueno si conociera a algunas de estas personas? La idea creció y años después, durante el confinamiento por el COVID, tuve el valor y el coraje de hacer que mi propia revista saliera a la luz para que todos la vieran.

Estaba en una excelente situación económica y mi objetivo era trabajar con organizaciones benéficas para ayudarlas a recaudar fondos para los proyectos que necesitaban para ayudar a los necesitados. Creo sinceramente que las cosas nonme pasan a mí, si no para mí, si no hubiera sabido lo que es pasar hambre sin comida ni los medios para conseguirla. Hoy no estaríamos aquí, en este momento.